La Fueva 3 – Reve Altorricón 1 (J21), la crónica de Enrique Ribera

Partido horrible y cura de humildad

Ayer por la tarde se vivió en La Fueva la pero tarde de fútbol que ha dado el CD Altorricón en mucho tiempo. Fue seguro el peor partido de la temporada y nos hubiera ganado cualquier combinado amateur de cualquier categoría. Empezamos bien a verlas venir, aunque sin ambición ni juego y terminamos desquiciados, desesperados y frustrados por la imagen que dimos como equipo.

Uno puede pensar que viendo la situación en la tabla de unos y de otros, los fovanos salieran a por el partido y el resultado pueda parecer lógico. Pero no fue así, tuvimos el partido a nuestra merced, primero marcando pronto y poniéndonos por delante, y luego con dos o tres ocasiones más en las que podíamos haber puesto más tierra de por medio.

Al descanso parecía un partido fácil, por la continua sensación de peligro o situaciones de contraataques claros y el poco que habíamos sufrido nosotros, manteniendo nuestra portería bien defendida.

Pero no se puede saltar al campo pensando que ya lo tienes echo y menos faltando todavía 45 minutos. No nos ganaron el partido, hicimos todo lo necesario para que nos remontaran, le dimos alas a un equipo muerto y lo pagamos injustamente con el árbitro, rivales y discutiendo entre nosotros.

Nos remontan un partido por ganas, ambición y pelotas, nos comieron en todas las líneas, acabamos perdiendo los papeles y preguntándonos: ¿Qué nos estaba pasando?
Sencillo de responder, estábamos todavía en los vestuarios cuando ya nos habían remontado el encuentro. Frustrados y desquiciados toco agachar la cabeza y marcharnos con tres goles como tres soles.

Creo que estaréis todos de acuerdo, me refiero a todos los que visteis el partido y formáis parte del club, que la derrota es culpa de todos. Todos tenemos nuestra responsabilidad, pequeña o grande. Digo esto porque yo no estuve, como capitán del equipo, ni mucho menos a la altura. En situaciones como la de ayer todos debemos ser críticos con uno mismo, y yo sé que dentro de mi responsabilidad en el colectivo, fallé sobremanera e influí negativamente en el equipo con mi manera de ser. Por ello os pido disculpas a todos y me comprometo a solucionarlo. Aprovecho también para hacer un llamamiento a la unidad del vestuario, a reaccionar y trabajar más que nunca para paliar estos errores, porque nos podrán ganar el Universidad y el Alfindén por juego, pero no podemos dar la imagen de ayer en cuanto a actitud.

Volviendo al partido, nos metieron tres goles en sus tres ocasiones claras, pero también hicimos mucho nosotros a su favor, deshaciéndonos como un azucarillo en cada gol.

Segunda parte para olvidar, en lo que fue nuestra peor versión como equipo, con detalles propios de banda o de conjunto de inferior categoría, sobre todo al no digerir una derrota, que para todos fue clara.

Estoy mirando la clasificación en estos momentos y ya estamos más cerca de abajo que de arriba, además llevamos más de un mes sin ganar y los números comienzan a ser preocupantes, pero confió en el equipo, en mis compañeros y en el partido del domingo. Debemos trabajar duro y ser más humildes para recuperar la senda del triunfo.

¡No somos lo de ayer, pero hay que demostrarlo en el campo!

Enrique Ribera