Reve Altorricón 1 – Alfindén 3 (J20), la crónica de Enrique Ribera
De mal en peor con los de negro
Bonito partido el que se vio ayer en el Municipal, pero podía haber sido mejor de no haberse erigido como protagonista el de negro. Lamentable arbitraje de Zapatero, falto de criterio, imparcial y queriendo arreglar sus errores en la jugada siguiente, propio de un partido de alevines. Terminamos diciéndole de todo, faltándole al respeto e insultándolo y no tuvo personalidad para acarrear con sus decisiones. Nos desesperó sobremanera y perdió los papeles del partido a los diez minutos.
Dejamos de lado al protagonista y nos centramos en el fútbol. Fuimos superiores de principio a fin pero definió su calidad. Para empezar en la primera falta que no es, desde cuarenta metros la mete su capitán por toda la escuadra. El dos cero en su segundo acercamiento al área, mediada ya la segunda parte. Entre estos dos goles clarísimo dominio local con un desesperante arbitraje que no nos dejó presionar, luchar ni jugar.
Durante todo el partido ahogamos su juego recuperando pelotas sin parar y obligándolos a jugar en largo, donde todos los balones eran de Alberto o de nuestros centrales. No tuvimos fortuna en su área, entre otras cosas porque no cometieron fallos y en el único fallo grave que hicimos en defensa nos robaron la cartera y lograron un segundo gol de bandera. El tercero,una anécdota para poner la guinda a la actuación del trencilla. Destacable en su equipo el nueve y el diez, que sacaron petróleo del Municipal, metieron los tres goles y cada balón que les llegó en condiciones sacaron faltas inexistentes con sus piscinazos y oficio.
Otro equipo que nos mete seis goles en dos partidos en cuatro ocasiones, ayer como en el de ida, un penalti, otro de falta y un fallo defensivo. Los equipos de arriba lo tienen todo de cara, no cometen errores y además no perdonan. El de negro los protege desde el minuto uno, porque son de Zaragoza y van arriba en la tabla y estos de Altorricón son muy brutos y no juegan, sólo pegan.
Antes del parón navideño hacia referencia a esta situación, de los cinco primeros partidos del año dependía la posición por la que íbamos a luchar hasta el final de liga. Claro está que por unas cosas o por otras, no merecemos, no debemos o no nos han dejado luchar con los de arriba. De aquí al final mirar de quedar lo más arriba posible y disfrutar del fútbol si nos dejan.
Levantar la cabeza y con orgullo a sacar algo positivo en el siguiente partido. Es una lástima que hayamos jugado tan bien estos dos últimos partidos y nos hayamos llevado estos palos, pero el fútbol es así de cruel.
¡Ánimo muchachos, que algún día tendremos el santo de cara, sobre todo trabajando así!
Enrique Ribera