Reve Altorricón 0 – Universidad de Zaragoza 3 (J19), la crónica de Enrique Ribera
Un punto por encima y encima súper protegidos
El partido del sábado en el Municipal viene marcado por un equipo que es y demostró ser superior al resto pero al que además se lo pusieron todo en bandeja para llevarse los puntos. Seguramente la victoria hubiera viajado igualmente a Zaragoza, pero de haber recibido un trato imparcial por el colegiado el resultado no hubiese sido tan claro.
Comenzó el partido como nos planteábamos, pelea en el centro del campo manteniendo a nuestro rival lejos del área, pero pronto nos condicionaron las tarjetas, tres en diez minutos, y dos más en el primer gol, nos dejaban muy mermados a la hora de frenar el juego rival. Para colmo el rasero no era el mismo para unos y para otros, los fueras de juegos y los contactos siempre con un trato desigual.
Al descanso 0 a 1 en un golazo suyo en la única ocasión clara para marcar y nosotros ni habíamos pisado su área, pero el partido estaba vivo y teníamos confianza en levantarlo.
La segunda parte siguió con la tónica de la primera, alguna llegada más nuestra a su área y muchas faltas que no llegaron a encontrar rematador. Por el contrario, dos fallos nos costaron los dos goles definitivos cuando ya estábamos con diez por una expulsión que solo vio el colegiado, acabamos sumergidos en la desesperación y la impotencia.
Los tres goles vienen en jugadas en las que se puede hacer más defensivamente, errores que el equipo rival no cometió y que entre otras cosas nos costaron el partido. Pero fuera de estos picotazos no se acercaron a nuestra meta y el partido estuvo igualado. También es cierto que nosotros no tuvimos el día en ataque y ocasión clara solo tuvimos una en un mano a mano de Ribera que hecho fuera.
En definitiva, se adaptaron bien al campo, jugaron poco y buscaron al numero siete en balones directos; nosotros estuvimos bien plantados y luchamos el partido, cometimos errores, sobre todo con el balón, porque estábamos muy pendientes de defender y su calidad marcó la diferencia. Acabamos con tropecientas amarillas y una roja en un arbitraje muy cruel con nosotros como si el nombre o la camiseta pasara por encima de las acciones del partido, todo para ellos y nada para nosotros.
La semana que viene nos visita otro hueso, este de nuestra liga, aunque ya tenemos la cabeza muy lejos estamos todavía en zona noble con un sinfín de equipos por detrás que semana a semana irán poniendo más y más intensidad.
¡Pasar página rápido y a por los tres puntos del Alfinden!
Enrique Ribera