Los Molinos 3 – Reve Altorricón 1 (J33 – T06/07), la crónica de Enrique Ribera
¡Un buen partido para la peor derrota!
En uno de los mejores partidos de la temporada conseguimos el peor resultado posible. Por mucho que se intente explicar, ayer fuimos muy superiores a Los Molinos, pero tres errores a balón parado nos costaron tres goles insalvables pese al buen juego.
Sabíamos como era el campo, como nos iba a jugar el rival y de la importancia del balón aéreo, pero pese a todo esto, un saque de puerta, un córner y un saque de banda mal defendidos nos pusieron en contra en el marcador.
El resto del partido fue un querer y no poder, y no me refiero con el rival, sino con la portería contraria. No las contamos pero fueron muchas las ocasiones desperdiciadas y los disparos detenidos por su guardameta. Además el balón siempre fue nuestro en un campo donde resulta difícil jugar.
En la segunda parte, y ya perdiendo 2 a 0, pusimos toda la carne en el asador, tres defensas y tres delanteros para sumarse en el tramo final uno más y el dominio se hizo abrumador. Pero ayer no era nuestro día, hemos disputado muchos partidos peores en los que sacamos algo positivo y ayer que el encuentro fue nuestro, no vimos portería y se nos terminó mojando la pólvora.
Al final del partido todos sabíamos que habíamos dejado escapar una oportunidad de oro, pero el fútbol es así de cruel. Nos vamos de Zaragoza con la cabeza bien alta pensando en ganar el partido del domingo que viene ante el Oliver, para cerrar una brillante temporada.
Lo bueno es que aún tenemos alguna remota opción de conseguir el ascenso, pero casi seria más fácil que nos tocara la lotería. Paso de explicar los números porque es una tontería, ya hicimos suficientes cuentas anteriormente y no se ha cumplido ninguna.
Enhorabuena a todos por el esfuerzo y el partido de ayer en Zaragoza, no pasa nada por la derrota, es fútbol. Ahora a trabajar para conseguir la victoria el domingo y cerrar bien la temporada.
Somos un buen equipo y un gran Club, no se lo hemos de demostrar a nadie.
¡Mucho verdes!
Enrique Ribera