El Altorricón, como los grandes
Fuente: Diario del Altoaragón
El equipo logra una goleada histórica pero no se obsesiona con la permanencia.
Cuando ganas 8-3, la verdad es que poco más se puede decir. El Altorricón logro la mayor goleada hasta ahora de la temporada en Tercera, junto al 8-0 del líder al Brea. Los literanos marcaron dos terceras partes de todos los goles que habían marcado en la primera vuelta, pero en un único partido. Un espectáculo de efectividad que sigue empujando al equipo en esta segunda vuelta, aunque la permanencia siga lejos.
El capitán del equipo, y autor de tres tantos el domingo, Enrique Ribera, señalaba sobre este partido que «un partido así es una liberación, y significa ver que tras meses de trabajo sin mucho fruto llegan las victorias. El resultado es anecdótico, aunque muy difícil. Ha habido partido que hemos tenido diez ocasiones y nos metemos ninguna, y ante el Calatayud llegamos diez y metemos ocho. Es el reflejo del trabajo y la actitud del equipo, una gran alegría para la afición y también el impacto en el resto de equipos. Llevamos cuatro victorias seguidas en casa y esta goleada también es un mensaje para los que vengan a Altorricón en los próximos partidos, que sabrán que no va a ser fácil».
De los ocho, él firmó tres, pero más que con eso se quedaba con que «ahora vemos puerta, y los goles se reparten. En la primera vuelta marcamos doce, y en los últimos cuatro partidos de casa, dieciséis. Lo normal era lo de antes. Me alegro por mí, pero también por jugadores como Luque, que se estrenó con dos tanto».
El capitán, en todo caso, no quiere mirar la tabla después de esta racha positiva. «Cuando dejamos de mirar la tabla y de sentir esa presión por el descenso es cuando hemos reaccionado. Tenemos un lastre bárbaro, y ahora vamos partido a partido, sin pensar en más. Nos ha funcionado estas semanas y vamos a seguir ahí, con el refuerzo moral que te dan las victorias».
Y señala que no ha cambiado nada con respecto a la primera vuelta. «El equipo es el mismo y el cuerpo técnico también. Lo que ha cambiado es la moral. Hemos dejado de lado agobios y presiones y ahora luchamos cada partido, con el orgullo que tiene este equipo. De aquí al final vamos a seguir, y si eso nos da para salvarnos, bien, sino no pasa nada. Somos el equipo de menor presupuesto, en la localidad más pequeña, y somos los mismo que fueron campeones y subieron el año pasado. Vamos a disfrutar de cada partido.»
En ese pequeño margen de posibilidades de permanencia, sin duda será importante lo que pueda hacer el equipo fuera de casa. «Ahora es el gran hándicap. Hemos hecho buenos partidos, y mereceríamos algún punto más, pero no ganamos. Pero con esta moral iremos al campo del Oliver a ganar, y si los conseguimos eso nos dará todavía más alas».
A.H.
