Almudévar 1 – Altorricón 2 (J18), la crónica de Enrique Ribera

Una vez más se impone el trabajo colectivo y la fuerza del grupo

Partido dificilísimo el de ayer por la tarde en Almudévar, un equipo que no conocía la derrota en su campo y muy poderoso ofensivamente que además se adelantó en el marcador a los cinco minutos del encuentro. Pero un equipo humilde y trabajador se calzó el mono de trabajo y confió siempre en sus posibilidades dando la vuelta al marcador no sin mucho sufrimiento.

Una vez más la gran fuerza colectiva de este equipo se impuso a un gran rival. Esta fuerza es la igualdad y la competencia de una gran plantilla que a pesar de no tener nombres destacados en ella tiene una gran fuerza en el grupo y a pesar a las bajas importantes de ayer en defensa se sobrepuso y trabajó para conseguir unos tres puntos merecidos.

En la primera mitad el Altorricón puso el fútbol y el Almudévar las ocasiones. La pareja inédita de centrales: Christian y Rubén sumado a los laterales Barco y Cortés tuvieron algún desajuste en la marca en el inicio de partido que nos costó el gol y algún susto más. Antes del descanso los laterales cambiaron por Pelegrí, medio lesionado, y Tejedor, dejando el campo Cortés tocado y adelantando su posición Barco. El primer tiempo fue del Altorricón en posesión y juego pero no llegamos con demasiado peligro, tan solo un par de remates a balón parado y poco más. El Almudévar más directo en el juego llegó y tuvo presencia pero no fortuna en los remates.

Tras el descanso el partido continuó muy trabado, muchas faltas, interrupciones y pocas ganas de jugar por parte local que intentaron matar el juego. Entonces aparecieron nuestros hombres de arriba, sin hacer mucho ruido y trabajando poco a poco, Jofre, Miki, Víctor, y sobre todo Héctor y Barco por la izquierda empezaron a quedarse la pelota, a esconderla y a llegar al área visitante con peligro. Tuvimos fortuna en los goles pero cuentan igual, estos llegaron por la insistencia y fe del equipo en sus posibilidades y en la apatía amarilla que se quedó perpleja tras el segundo. No se esperaban los dos jarros de agua fría y no supieron reaccionar, culpaban al árbitro del resultado, pero la verdad es que el colegiado se comió luego un penalti mucho más claro sobre Víctor y nosotros perdonamos el tercero en una contra de Juan.

El Almudévar tocó zafarrancho de combate y asedió el área de Borja en el último tramo de partido pero sin un guión escrito, solo balones al área. Todo el equipo defendió con uñas y dientes y el acierto nuestro unido al gran desacierto amarillo en los remates fue matando el partido poco a poco para nuestra alegría. Al final se cumplió el pronóstico de la previa, defendiendo de lujo los once a pesar de las bajas en defensa y teniendo el acierto necesario sin apenas chutar a puerta. En la ida hicimos quince ocasiones y no metimos ninguna, ayer con cuatro anotamos dos y nos llevamos los tres puntos.

Y ahora llega el tramo más importante de la temporada, tras la dureza de este mes de enero con batallas directas nos vienen dos meses de competición con el calendario muy favorable. Esto no quiere decir nada pero si nos mantenemos firmes en los resultados podemos abrir brecha con nuestros perseguidores. Ayer el San Lorenzo sorprendió al Tamarite que tampoco había perdido en casa y es que a partir de ahora se va a igualar más la clasificación y cualquier equipo puede dar un buen susto a otro. Nosotros partido a partido, sabiendo que si conseguimos sacarlos adelante el resto se van a dejar puntos en cualquier lado. Además estamos muy bien de efectivos y de juego y como dije la semana pasada no seria determinante el resultado de ayer en Almudévar pero sí una inyección de moral muy fuerte para el vencedor.

¡Bien equipo, vamos a seguir trabajando igual!

Enrique Ribera