Calatayud 2 – Altorricón 0 (J19), la crónica de Enrique Ribera

Un regalo de reyes muy duro

Partido duro de verdad el que afrontamos en Calatayud ante un rocoso rival que nos exigió el máximo. Buen partido en líneas generales del Altorricón pero nos faltó contundencia para sacar algo positiva de nuestra visitas a tierras bilbilitanas. Trabajamos mucho y fuimos muy competitivos pero en las áreas nos comieron y se llevaron los tres puntos en dos fogonazos.

Salto el Altorricón al campo de San Iñigo con un equipo recompuesto ya que todos los centrocampistas habituales eran baja por distintas circunstancias, ni Aresté, ni Panadero, ni Walter ni Cierco fueron de la partida. Un inicio de partido muy frío por parte de los dos equipos que se fue calentando sobremanera hasta el punto de endurecerse en el tramo final de la primera parte. Equipo muy físico el Calatayud, duro y contundente en casa que nos lo demostró desde el inicio. Pero no nos arrugamos y fuimos de menos a más teniendo la más clara oportunidad en un libre directo botado por Loren que su portero saco espectacularmente. Llegamos al descanso satisfechos sin ninguna ocasión clara por parte local e igualando la batalla en el centro del campo con toque y claridad.

Pero el inicio de la segunda parte fue desastroso. Son de esas cosas que no sabes por qué, pero te ves por debajo en el marcador en dos jugadas tontas y en dos minutos el partido se acaba. Primero una mala decisión del asistente, da balón al Calatayud y su delantero solo ante tres se la lleva con 20 rebotes y la termina metiendo aún no sabe cómo. A renglón seguido una pelota suelta en un córner le cae a los pies a su mejor jugador para sentenciar el partido. Y ellos a nadar y a guardar la ropa, se columpiaron todo lo que quisieron y más con el beneplácito del de siempre, el mismo que en Altorricón añadió 12 minutos de descuento y ayer seis por pura vergüenza, cuando en la última media hora no se jugaron ni cinco minutos. La historia de casi siempre pero que debemos aprender rápido, ya que el domingo toca otro partido y nos puede volver a pasar.

Nos hicimos 480 kilómetros desde Altorricón y el domingo otros tantos que vamos a hacer para jugar en Mallén, nuestra moral y competitividad tiene que estar por encima de cualquier cosa. Seguimos en la brecha y no debemos bajar los brazos nunca y eso hicimos ayer, luchar hasta el final aunque no tuviéramos recompensa. Invito a todos mis compañeros a continuar con más fuerzas para sacar el partido del domingo adelante. Es un partido más que si perdemos no pasa nada pero si ganamos damos un salto en todos los sentidos de cara a lo que nos viene por delante.

¡Ánimo verdes, a recuperarnos y a por los tres puntos del domingo!

Enrique Ribera