Robres 2 – Altorricón 0 (J26), la crónica de Enrique Ribera
Derrota clara en un calco a lo de Santa Isabel
Vuelta a las andadas este fin de semana y partido flojo por nuestra parte ante un buen rival que aprovechó sus oportunidades y nuestras carencias para ganarnos claramente.
Partido igualado en la primera mitad, sin oportunidades claras hasta su gol. Fallo defensivo visitante y uno a cero. Lo peor no fue encajar el gol, lo peor fueron los minutos siguientes al gol en los que nos fuimos abajo y casi nos cuesta la sentencia antes del descanso. Nosotros tuvimos dos claras ocasiones, un gol anulado por fuera de juego en el saque rápido de una falta y una gran jugada individual de Cierco que no acertamos a finalizar.
Llegamos al descanso con el partido vivo pero la sensación de ser superados por el rival. La casta y la inconformidad demostrada en otras ocasiones han desaparecido de nuestro vestuario, sin saber por qué nos dejamos llevar en muchas fases del partido y no tenemos la determinación de querer la pelota de lucharla hasta el final y así nos va.
Tímida reacción tras el descanso y nos acercamos con peligro en los primeros minutos, corners y faltas laterales pero sin mordiente. El Robres poco a poco creaban mucho peligro y dio un palo antes de conseguir el segundo. Con muy poco fútbol nos hacen peligro, nos faltó contundencia y nos remataron todo, faltas, corners y saques de banda. Con el partido resuelto cogimos la pelota y jugamos nuestro mejor fútbol de la tarde, pero no quedaba tiempo. Llegaron las expulsiones, dos para ellos y una para nosotros y sin más acabó el partido. No chutamos entre los tres palos durante los noventa minutos y así es imposible meter un gol. No fue un mal partido por nuestra parte pero nos faltó agresividad, ambición, contundencia y mordiente en ataque.
Estoy convencido que esta semana ante el Pomar lograremos los tres puntos por muchos motivos, pero no podemos ir a Caspe después de Semana Santa con la misma actitud que la de ayer o el día de Santa Isabel, sino nos volverá a pasar lo mismo. El jueves pasado nos comíamos a un tercera división como el Binéfar entrenando y ayer por momentos fuimos una caricatura de equipo. No somos tan buenos cuando ganamos ni tan malos cuando perdemos, como me dice alguno. Pero hay que saber estar cuando se gana igual que cuando se pierde. A trabajar como siempre hemos hecho y a ser humildes e inconformistas los domingos pase lo que pase. Nos tiene que doler y mucho después de la temporada que llevamos derrotas como la de ayer.
¡Saludos a todos y a trabajar para ganar los ocho partidos que restan!
Enrique Ribera