Reve Altorricón 3 – La Fueva 2 (J4), la crónica de Ó. Miranda

Reve Altorricón, 3
La Fueva, 2

Reve Altorricón: Maestro, Gascueña, Alberto, Ezquerra (Cierco, minuto 75), Zuar, Paco Márquez, David Márquez, Marko, Cortés, Panadero (Damián, minuto 80) y Rocha.

La Fueva: Sergio, Casero (Copi, minuto 52), Ricardo, Tato, Silvino, Diego, Kike, David, Joel (Longinos, minuto 70), Capella y Garcés.

Árbitro: Ferrer. Amonestó a los locales: Casero y Kike; y a los visitantes: David Márquez, Gascueña y Alberto.

El Reve Altorricón había sido incapaz de anotar un tanto en los primeros tres partidos de Liga. Ayer, sólo tardó dos minutos en estrenar su casillero. Un gran pase de Cortés, un gran centro de David Márquez y un sutil remate de Panadero abrían el marcador. Pero La Fueva no era un convidado de piedra y reaccionó muy rápido. Joel le ganó la espalda a la defensa local y con un disparo cruzado batió a Maestro. La primera mitad no tuvo un claro dominador y ambos conjuntos gozaron claras o clarísimas ocasiones. David Márquez falló la suya, al igual que Joel. Quien no falló fue Paco. Un par de minutos antes del descanso transformó un penalti que Ferrer había señalado sobre Panadero.

Tras el descanso el partido perdió el ritmo de los primeros 45 minutos. Se esfumaron las ocasiones y las interrupciones se fueron comiendo los minutos. Sin embargo todo cambió en el 75. Kike cabeceó en el segundo palo una falta lanzada desde la banda derecha y dejó franco el gol a Copi que remató de cabeza desde el área pequeña consiguiendo el empate. El Reve Altorricón no podía permitirse el lujo de dejar escapar otros dos puntos del Municipal. Marko lo sabía. Así, en la jugada siguiente, un rechace de Sergio a un disparo del mismo Marko lo empalmó el joven delantero para colocar el balón ajustado al larguero. Gol. Después, nervios. Mucho peligro visitante a través de faltas en el borde del área y una última ocasión de Marko que a punto estuvo de hacer el doblete en un partido donde La Fueva tuvo muy cerca el llevarse algo positivo de tierras literanas.

Óliver Miranda