Altorricón 2 – Almudévar 0 (J18), la crónica de Enrique Ribera

Fieles a nuestro estilo, ya ganamos bien

En numerosas ocasiones, en estas crónicas y en el entorno altorriconense hemos hablado sobre el hecho de que nos cuesta ganar bien. Sin embargo, en este 2009 llevamos tres partidos en casa con otras tantas victorias. Victorias sufridas pero al final cómodas porque seguimos fieles a nuestro estilo y tras los noventa minutos éste se impone a al rival.

Ayer tocaba otro duro adversario, de los que están en la parte baja de la tabla y necesitan puntos desesperadamente. El Almudévar tiene más fútbol que muchos equipos de la liga, pero ayer se olvidó y vino a disfrazarse de equipo que no es, a hacerlo práctico como otros conjuntos que sí se habían llevado puntos del Municipal, como La Fueva o el Caspe.  Pero no les salió bien.

Partido intensísimo desde el minuto uno. Ellos perdieron tiempo desde el principio y nosotros como un taladro constante fuimos martilleando una y otra vez hasta conseguir el premio. Tras los minutos de tanteo, cogimos el dominio del partido y le dimos ritmo y ritmo esperando el momento de rematarlo. Lo peor, y para los dos equipos, el señor colegiado, un desastre, si le dan algún partido más complicado se puede montar una buena. Horroroso.

Tras el descanso, la expulsión, inexplicable, ni el colegiado sabe todavía lo que pasó. Se quedaron con diez y se les fue complicando la tarde. Minuto a minuto, el dominio era más altorriconense. Sin claras ocasiones, el partido fue avanzando ante el nerviosismo de toda la parroquia, pero este equipo tiene fe y sabe lo que hace, madura al rival hasta hacerlo caer y ayer no fue menos. Nos adelantamos con un gran gol, y no creo que nos durmiéramos como en otras ocasiones, más bien al contrario, el Almudevar despertó, venían a por un punto y se encontraron con lo que merecían por los méritos de unos y otros en el campo.

No sufrimos apenas para aguantar el resultado, es más, estaba mucho más cerca la sentencia que el empate y así fue. Dos a cero bastante claro y justo, a mí entender. No obstante, la expulsión del jugador visitante fue muy rigurosa y el partido once contra once quizás hubiese sido otro.

Dejamos el pasado, miramos el presente con satisfacción por el tropiezo del Jacetano y nos centramos en el futuro y en pensar en nuestros partidos, el domingo una nueva guerra ante una Ferranca necesitada de puntos.

¡A seguir así de fuertes muchachos!

Enrique Ribera