Altorricón 2 – Lanaja 1 (J15), la crónica de Enrique Ribera

Por fin una victoria

Después de cuatro empates consecutivos…, por fin llegaron los tres puntos. Cuatro empates equivalen a perder dos partidos y tal y como esta la liga, de los ocho empates, menos contra nuestros rivales directos, Jacetano, Universidad y Ebro y las circunstancias del Anento, los empates han sabido a derrotas.

Duro rival y buen equipo el Lanaja. Con un grupo totalmente renovado, diferente al conjunto con el que libramos duras batallas hace varias campañas, pero que mantiene el mismo espíritu de lucha y entrega. Equipo correoso y difícil de batir como el nuestro, sus números también reflejan su comportamiento en el campo.

Una vez más dominamos el partido desde el principio, echamos la pelota al suelo, abrimos el campo y le dimos ritmo al choque. Como en toda la temporada, está siendo clave el ritmo de partido, juegue quien juegue y sea quien sea el rival, nuestro estilo ha sido reconocible en las quince jornadas de liga que llevamos. Empezaron a llegar las ocasiones, con Sergio como principal valuarte, pero el equipo najino se defendió con orden y con solvencia durante todo el encuentro.

Al filo del descanso llegó la recompensa con un gran tanto de esos que sólo se consiguen en un 8% de los goles, desde atrás y con varias combinaciones. Al descanso justo marcador y con el mal sabor de boca de haber desperdiciado varios corners a nuestro favor para crear más peligro.

En la segunda mitad se igualó un poco más el juego, si bien ellos no inquietaron mucho nuestra portería hasta los últimos veinte minutos. Mientras tanto una expulsión y la falta de contundencia de siempre dejaban el partido abierto en el tramo final. Como siempre desperdiciamos tres o cuatro ocasiones claras de gol para conseguir la tranquilidad y casi lo pagamos como en otras ocasiones. Ellos consiguieron un gran gol en jugada personal, y con uno a uno tuvieron una clara ocasión para darle la vuelta al partido, pero no acertaron. Se endureció el choque y se precipitaron los acontecimientos en un final de infarto. Conseguimos la victoria en el añadido con un gran cabezazo de Alberto y aún tuvieron tiempo ellos de sacar tres corners seguidos haciendo sufrir a toda la parroquia altorriconense.

Al final, justa victoria, y para mí personalmente, muy reconfortante; de terminar el partido en empate nos acordaríamos de muchas jugadas de la segunda parte que ahora quedan en anécdotas. Y suma y sigue, la liga esta apasionante. Lejos de mirar los resultados de los demás, debemos centrarnos en los nuestros. Hay que sumar de tres en tres, partido a partido y no ser para nada conformistas. Estamos bien, somos gente y estamos lanzados, domingo a domingo hay que prolongar la racha todo lo que se pueda.

A trabajar duro y el domingo a correr como nunca en Huesca.

Enrique Ribera