Enrique Ribera cuelga las botas y toma el testigo de Zurita en la presidencia

Comunicado de Enrique Ribera:

Hacía días que no me manifestaba en esta magnífica página, pero sabía que tarde o temprano tendría que volver a hacerlo. Además, vistos los últimos acontecimientos acaecidos en el seno del club, yo también necesito hacer una reflexión.

Los que me conocen bien, tanto a mí como a mi manera de pensar, sabían de mi intención de continuar jugando. Durante estos últimos años, poco o mucho, he ido aportando al grupo, aún estando lesionado. Jugar ha sido siempre lo que más me ha llenado en esto del fútbol. Por otro lado, un día u otro toca colgar las botas y siempre he sido de la opinión de que es mejor que uno mismo decida cuando quiere dejar de hacer una cosa y no esperar a que otros lo decidan por uno.

En la situación en la que se encuentra el club he creído conveniente saltar del campo a los despachos. Tras varios días hablando con muchas personas y buscando apoyos para continuar con el club, he decidido, si la actual junta no tiene inconveniente y los socios lo desean, ponerme al frente del club para continuar tirando del equipo, como tantos otros han hecho antes, incluido José Miguel.

No quiero excluir a nadie y todo el que sume será bienvenido en esta nueva etapa. Tampoco tiene que ser peor ni mejor que las anteriores, solo diferente. Llegué al club hace 13 temporadas de la mano de Javier Aguilar y Héctor Dalmau y ese año terminamos terceros en Preferente. Hoy, 13 años después de ese equipo solo quedamos Antonio Laforga, Juan Culleres y yo; y si ganamos este domingo al San Lorenzo, estaremos en el mismo punto. La vida y las personas pasan, pero el fútbol debe seguir en nuestro pueblo y todos los que me conocen sabían que tarde o temprano me iba a poner al frente de este, mi club.

Todo aquel que desee ayudar al equipo en el futuro, que no dude en hablar conmigo, repito, toda suma es poca para sacar adelante una asociación como la nuestra en un pueblo de 1500 habitantes.
Sin más y esperando la comprensión y el apoyo de todos,

Enrique Ribera Roc