Alfindén 1 – Altorricón 1 (J22), la crónica de Enrique Ribera

Volvimos a perdonar

Continuamos sin perder fuera de casa aunque a muchos jugadores del Alfindén les parezca que nos ganaron por cómo lo celebraron y cómo nos trataron en la mañana de ayer. Volvimos a dejar vivo el partido en los últimos minutos y gracias a un árbitro permisivo y a la agresividad e insistencia de un equipo zaragozano que parecía que ayer se jugaba la vida, nos marcaron en una falta lateral en la que Borja no acertó y ellos lo metieron con la mano.

El partido no nos lo empata el Alfindén, sino que lo dejamos de ganar nosotros en el momento en que no acertamos con la portería contraria y yo fallo un mano a mano con el portero que hubiera dejado el partido sentenciado a falta de 20 minutos para el final. Luego un árbitro permisivo, contemplativo, compensatorio y un equipo protestón, maleducado y perdonavidas, pero muy intenso, hicieron el resto. Hacia tiempo que no me encontraba en el fútbol regional un partido y un rival así, quizás porque no es propio de Tercera o Preferente. Sacó 10 amarillas a los locales, pero es que tenía que haber echado a tres.

La primera parte, falta de ritmo, fue totalmente nuestra, dominando la pelota no fuimos capaces de generar mucho peligro. Además, en las dos o tres acciones que llegamos con claridad fallamos estrepitosamente en los remates. En esta primera parte hubo dos patadas mucho más duras que la que luego le costo la expulsión a Jofre. Desde el banquillo comentamos que si se producen en los 10 últimos minutos son roja directa y cuatro partidos, pero nos tocó de nuevo recibir a nosotros y cerrar la boca.

La segunda mitad comenzó con una marcha más, los dos equipos fueron más intensos y ellos empezaron a protestar todo y ha recriminarnos todo. El árbitro fue valiente y pitó todo lo que vio, hasta el penalti. Después le debió parecer que no tenía porque darles más motivos de queja a los locales y nos acribilló a faltas. El Alfindén se hizo dueño y señor del partido y con diez volvió loco el encuentro provocando todo lo que quería provocar. Fallo nuestro en no contrarrestar esto, pero la verdad es que resulta muy difícil y te encuentras maniatado cuando no te dejan jugar y te sacan del partido de estas maneras. Pese a todo, ya digo que el Alfindén no nos empata el partido sino que nuestros fallos, como el mano a mano citado antes, la expulsión de Jofre o el fallo de Borja en el gol son los causantes de que ayer no consiguiéramos los tres puntos.

El espectáculo del final fue lamentable, propio de otras categorías, ninguno de mis compañeros provocó ninguna tangana y nos vimos envueltos en una vergonzosa. El numero seis de ellos después de ver amarilla en la primera mitad por estampar a Héctor contra la valla, acaba el partido sin camiseta empujando, escupiendo e insultando en la bocana de vestuarios como si fuera el matón de la Puebla. La semana que viene volverá a jugar y Jofré lo más seguro que pagará dos partidos de sanción. Si por mi fuera le metía 10 partidos o lo dejaba quitarse la camiseta en nuestro túnel de vestuarios en Altorricón, por valiente. Ahora que la culpa es del señor colegiado y de la Federación, me sancionan a mí con dos partidos por una acción del juego y luego permiten este tipo de actitudes. Menos mal que a todo cerdo le llega su San Martín.

Seguimos como la semana pasada, en la segunda plaza pero con menos ventaja respecto al Almudévar. Una victoria frente al Zuera hará bueno el punto de la Puebla.

Por otro lado al equipo zaragozano le deseo lo peor. Era un equipo simpático que siempre nos lo había puesto difícil y que alguna temporada luchó con nosotros por el ascenso a Tercera División. Ayer me demostró que no merece esta simpatía y aún tienen el valor de pedirnos respeto por su trabajo y posición en la tabla después de todo lo que nos dijeron y lo que nos hicieron ayer, en fin.

Hay que seguir trabajando para conseguir estar donde estamos. Nadie nos ha regalado nada y si estamos segundos es por méritos propios.

Enrique Ribera